14 de junio de 2010

De calendarios mundialistas



Acá el link.

Los balones del mundial

"Es terrible, como esas pelotas baratas de supermercado", espetó Julio César, el portero de Brasil, sobre el nuevo bólido esférico que sortea el césped africano en el Mundial de 2010. Adidas lo llamó Jabulani, pesa 440 g. y tiene una circunferencia de 69 cm. Para la FIFA cumple con todas las condiciones establecidas: todo balón oficial debe ser de cuero, con una circunferencia no superior a 70 cm y no inferior a 68 y con un peso no superior a 450 g.

En lo que va del mundial el Jabulani grió de más o giró de menos y ya fue protagonista de algunas jugadas desafortunadas. Green, portero de la escuadra inglesa, dejó pasar la esfera fiestera (Jabulani significa "celebrar" en zulú) después de un tiro sin dirección fuera del área. Aunque los británicos no tardaron en enlistar los problemas del primer balón sin costuras, el Jabulani fue diseñado en sus mismas latitudes, en su propia Universidad de Loughborough.

Lo cierto es que Azteca, Tango o nombre al azar del país cede de los mundiales futuros, siempre ha habido cierto recelo por el diseño de esa circunferencia que en el mundial de Francia 98 entró más veces en la portería brasileña que en la francesa. The New York Times Magazine realizó un recuento de todos los balones oficiales. Pelé las cabeceaba, Maradona las custodiaba con sus piernas cortas de crack e Higuita las sacaba de la línea con los tacones de sus tachones. Acá el recuento del protagonista esférico del futbol, que llevó a Juan Villoro a decir que "Dios es redondo".

9 de junio de 2010

Carlsberg y Kierkegaard



Día de calor sofocante. Tomaba una Carlsberg. Mi hermano me pregunta: "¿No te parece que sabe a Kierkegaard?"
No podía creer que mi brother supiera que aquella cerveza era del mismo país que aquel existencialista de similar abundante cabellera que llamaba al ser humano a dar un salto de fe. Más me sorprendió que supiera del filósofo. Unos días antes había confesado irse a seis segundas vueltas, una de ellas era Historia de las doctrinas filosóficas y todo apuntaba a un inminente extraordinario.
Casi al finalizar ese mismo día, mi hermano se enteró que Kierkegaard era danés, igual que la
Carlsberg; y yo confirmé que de cervezas y pensadores el pequeño de la familia sabía poco.
Si se hubiese quedado callado yo me habría quedado con la impresión de compartir techo con un verdadero genio de clóset.
Como en casi todo, me equivocaba.

"Mujeres buenas y mujeres malas", de Eduardo Halfon


Un buen cuento de Eduardo Halfon (en frontera d) que habla sobre los días de mirar revistas bajo las sábanas. Mujeres buenas y mujeres malas. Época de las legendarias pin-ups cincuenteras. Las revistas bajo la cama, siguen vigentes.
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Nunca supimos cómo nos descubrieron. Mi hermano insistía en que la sirvienta las había encontrado accidentalmente con la mano al estar poniendo sábanas limpias, y nos había delatado. Yo, en cambio, tenía otra sospecha. Varias veces había sorprendido a mi mamá revisando gavetas, o leyendo en secreto mi diario -era más bien un cuaderno de apuntes, dibujos y garabatos-, o levantando con sigilo el auricular de otro teléfono mientras yo hablaba con algún amigo.

-Quiero que me digan de dónde las sacaron.

Acá está el resto del cuento.

Vinismo y Onettismo

Guillermoprieto sobre Maciel


Un texto de Alma Guillermoprieto sobre una figura que funciona como metáfora de esa Iglesia terrenal, inmutable e imperfecta, Marcial Maciel. Ese padre michoacano de tíos cristeros que llegó a fundar una de las órdenes religiosas más poderosas de la Iglesia orquestada por Juan Pablo II.

Un día, una mujer vio la portada de la revista Contenido y se encontró con la cara de su esposo. Supo que su nombre real era Marcial Maciel, que era sacerdote y que estaba siendo acusado de abusar de menores. Una verdadera holy sh_t.

Acá el link.

Pfffff