8 de diciembre de 2007

Autobiografía, de Robert Creeley

“Un énfasis magro al final, pero el mundo difícilmente ha sido un lugar bonito en donde vivir.”

Un fluir caótico pero coherente de recuerdos y viejas huellas en su memoria despilfarradora de anécdotas de una infancia vulnerable y una juventud asfixiante e intoxicante. Creeley, a través de pasajes ilustres en su propia colmena de recuerdos, encierra una lección fundamental y que hace que el haber leído este libro cobre sentido: “O creemos en un mundo o no tenemos ninguno”. Maravilloso.

“Me encantaría pensar que vivir llegó a ser un progreso, el hecho de haberse ganado algo.”

No hay comentarios: