5 de julio de 2010

Granizó

El otro día granizó. El pequeño espacio cuadrado que se deja enmarcar por los cuartos de la casa, se llenó de bruscas pelotitas blancas que se mezclaron con la tierra y las plantas. Las ventanas se empañaron y parecían contenedores de circunferencias inmaculadas. Después de llover y granizar, el cielo se despejó y se extendió una noche oscura y sin nubes.

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