Yo soy tu jarra: ¿cuando me haga añicos?
Soy tu bebida: ¿cuando me corrompa?
Yo soy tu atuendo, yo soy tu oficio,
sin mí careces de sentido.
Después de mí no tendrás casa donde
te saluden palabras tibias y cercanas.
La sandalia de terciopelo que soy yo
se soltará de tus pies cansados.
Perderás tu gran manto.
Tu mirada, que mi mejilla acoge
tibiamente, como con almohadones,
vendrá y me buscará largo tiempo...
y al ponerse el sol se tenderá
en el regazo de piedras extrañas.
¿Qué harás, Dios? Temo por ti
Soy tu bebida: ¿cuando me corrompa?
Yo soy tu atuendo, yo soy tu oficio,
sin mí careces de sentido.
Después de mí no tendrás casa donde
te saluden palabras tibias y cercanas.
La sandalia de terciopelo que soy yo
se soltará de tus pies cansados.
Perderás tu gran manto.
Tu mirada, que mi mejilla acoge
tibiamente, como con almohadones,
vendrá y me buscará largo tiempo...
y al ponerse el sol se tenderá
en el regazo de piedras extrañas.
¿Qué harás, Dios? Temo por ti
(Fotografía de Patricia Nieto.)
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