
El sufrimiento, la expiación sentimientos que la piel pretende exorcizar para siempre, la mediocridad entre mediocres, el sin razón de la vida y las fronteras irremediables (a veces casi transparentes) entre la vida y la muerte. Todo esto se filtra en este libro, en donde su autor (Haruki Murakami) encuentra en las circunstancias producidas en el confuso escenario de la posmodernidad, inspiración para describirnos a todos nosotros y a nadie al mismo tiempo.
Watanabe se torna en un héroe que se plantea sincero ante la vida y encuentra la iluminación en lo pragmático; y así concluye que el todo y la nada son lo mismo, que el azar y el designio, que eros y tanatos conviven de la mano de forma indisoluble. Son dicotomías en la semántica pero inseparables en la vida práctica.
“No lograba orientarme. Sólo sabía que tenía que dirigirme a alguna parte y, por ese motivo, movía los pies”.
La música de los sesentas y especialmente la canción de The Beatles que da nombre al libro, fungen (de alguna forma) como hilo conductor o como referentes populares de un pasado que todos compartimos en el imaginario colectivo.
LETRA DE NORWEGIAN WOOD (The

I once had a girl
Or should I say, she once had me
She showed me her room
Isn't it good Norwegian wood?
She asked my to stay and told me sit anywhere
So I looked around and I noticed there wasn't a chair
I sat on a rug, biding my time
Drinking her wine
We talked until two, and then she said:
"It's time for bed,"
She told me she worked in the morning and started to laugh
I told her I didn't, and crawled off to sleep in the bath
And when I awoke, I was alone
This bird has flown
So I lit a fire
Isn't it good Norwegian wood?
